Cuatro meses de reporteo en el barrio Providencia, dan cuenta de lo que es realmente esta comuna durante las 24horas del día.
A continuación, un pequeño viaje por sus calles.
A continuación, un pequeño viaje por sus calles.
Leonardo Sáez: "Quiero servir a mi patria" | 20:31 |
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Perfil
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Es uno más de los guardias de seguridad de la tienda París, de Providencia. Trabaja hace poco menos de un año, para pagar sus estudios y ayudar a su familia. Es uno de los mejores evaluados entre sus compañeros, y se destaca por su sinceridad y buena disposición para hacer lo que se le pide.
Está próximo a dejar su trabajo y entrar a la Escuela de Formación de Carabineros Alguacil Mayor Juan Gómez de Almagro, en Cerrillos.
"Siempre trabajó en el segundo piso de la tienda, en la zona de mujeres. Un día lo llevaron al acceso principal, y todas las alarmas empezaron a sonar. Él no supo que hacer, estaba súper nervioso, rojo de vergüenza. En ese tiempo ya teníamos onda, pero no nos conocíamos casi nada. Me acerqué a ayudarlo y apagué todas las alarmas. Quedé como una heroína. Ese mismo día me invitó a salir y hasta ahora seguimos juntos, jajaja", ríe Daniela, polola de Leonardo.
A los veinte años de edad, Leonardo Sáez, ha tenido que trabajar en diferentes cosas para pagar lo que necesita. Cuando salió del colegio en Temuco, se vino a vivir a Santiago para estudiar educación física en la Universidad de Las Américas. Carrera que no alcanzó a terminar, por motivos económicos.
"Siempre trabajó en el segundo piso de la tienda, en la zona de mujeres. Un día lo llevaron al acceso principal, y todas las alarmas empezaron a sonar. Él no supo que hacer, estaba súper nervioso, rojo de vergüenza. En ese tiempo ya teníamos onda, pero no nos conocíamos casi nada. Me acerqué a ayudarlo y apagué todas las alarmas. Quedé como una heroína. Ese mismo día me invitó a salir y hasta ahora seguimos juntos, jajaja", ríe Daniela, polola de Leonardo.
A los veinte años de edad, Leonardo Sáez, ha tenido que trabajar en diferentes cosas para pagar lo que necesita. Cuando salió del colegio en Temuco, se vino a vivir a Santiago para estudiar educación física en la Universidad de Las Américas. Carrera que no alcanzó a terminar, por motivos económicos.
Así es como en Febrero de este año, comenzó a trabajar en la tienda París de La Alameda como guardia de seguridad, pero a los pocos meses lo trasladaron al de Providencia. "Sus compañeros le tienen mucho cariño, es una persona muy amable. Yo que trabajo hace poco aquí me doy cuenta, que a pesar de verse y ser muy ni ito, es muy responsable y formal", comenta Norma, vendedora de perfumes y compa era de Leonardo.
En la puerta principal, está él. Bien parado, con una radio en la mano derecha y la izquierda enganchada en el cinturón del pantalón. Tez morena, contextura gruesa y el pelo engominado, con una camisa blanca y pantalón negro, bien planchados sin ninguna arruga. Ahí está, vigilando que nada, que él pueda evitar, ocurra.
"Desde chico, me contaba la mamá, que se preocupa de su apariencia. Siempre anda así como lo ves. Nunca lo verás desordenado, ni menos despeinado. Es un maniático de la higiene y la facha. Creo que además lo hace muy bien en su pega como guardia. Como que le viene", cuenta Daniela.
Su familia y el corazón
Leonardo, lleva pololeando seis meses con Daniela. A quien vio por primera vez en un almuerzo de trabajo.
Sus compa eros lo molestan por ser tan amoroso y tierno, y le dicen "macabeo", pero él no le toma mucha importancia. Cada vez que puede se escapa a visitar a su novia en su lugar de trabajo y le roba un "piquito". "Es el hombre que todas queremos", "como él, no quedan", comentan algunas de sus compa eras.
Cada tarde, rutinariamente, después del trabajo, se juntan. Y se sientan en una de las bancas que están cerca de la tienda. "Es muy romántico, y detallista no se le escapa un día en que no le regale algo. Siempre me abraza y me dice que me quiere", comenta Daniela
Su familia vivió toda su vida en Temuco, ciudad dónde nació y creció. Ahí es donde tiene sus amigos, pero que nunca ha dejado de visitar. Está constantemente viajando y no tiene mucho tiempo libre y compartir con su pareja. Sin embargo ella lo entiende. "Él no es una persona muy sociable, y los únicos amigos que tiene, son los del sur. Así que lo dejo no más poh", agrega su novia.
Todos los meses, ayuda a sus papás, siempre les pasa algo de lo que gana para pagar las cuentas. "Sus padres son como su razón de vivir. Siempre habla de ellos y está preocupado de que no les pase nada. Ellos, por su parte, también lo quieren mucho y lo apoyan en las decisiones
que toma . Él se siente muy orgulloso de la familia que tiene, siempre lo comenta.", afirma Patricia Rancusi, compa era de trabajo y amiga de Leonardo.
Es un hombre muy casero y tranquilo pero, no hay sábado en el mes que no juegue a su pasatiempo y deporte favorito, el fútbol. Sin embargo, para él tener tiempo para jugar, es algo irremplazable y que sólo logra cuando lo hace: quemar calorías, mantener su físico y botar el stress.
El trabajo y su futuro
Ser guardia de seguridad, no fue ni es el máximo anhelo de Leonardo. Sin embargo no es una función muy lejana a lo que planea ser de su vida, un carabinero. Su padre es un retirado, y siempre desde que era un ni o, so ó con ser igual a él. "Todo el mundo dice que ser carabinero es para él. Porque como te dije, es súper responsable, correcto, formal, las tiene todas. De hecho una vez cuando tenía como quince a os, viajaron desde Temuco pa’ acá, a ver la parada miliar. Y según lo que me han contado, estaba maravillado, le brillaban los ojitos y decía una y otra vez que él quería estar algún día ahí", recuerda su amiga.
Leonardo, ha pasado por muchas cosas en su vida para alcanzar lo que más quiere. Entre esas cosas fue hacer el Servicio Militar. Lo que según cuentan sus más cercanos, fue una experiencia que lo ayudó a crecer como persona, y a fortalecer sus deseos pertenecer a Carabineros de Chile.
Hoy, se acerca el momento de cumplir su sue o, y entrar a la Escuela de Carabineros.
"Estoy súper orgullosa y contenta por él. Pero igual tengo mucha pena, no lo veré todos los días como ahora. Él siempre me dice que no importa la distancia ni dónde estemos, pero que va a querer siempre", cuenta con pena, Daniela. Es un tema que lo tiene muy ansioso.
Se acerca y se da cuenta que hablamos de él. Uno de sus compa eros lo molesta, y él entre risas contesta "quiero servir a mi patria poh". El cinco de enero, Sáez, como le dicen algunos de sus compa eros, entra la Escuela de Formación de Carabineros Alguacil Mayor Juan Gómez de Almagro, en Cerrillos, para realizar uno de sus mayores sue os. Ser el mejor carabinero de Chile.
En la puerta principal, está él. Bien parado, con una radio en la mano derecha y la izquierda enganchada en el cinturón del pantalón. Tez morena, contextura gruesa y el pelo engominado, con una camisa blanca y pantalón negro, bien planchados sin ninguna arruga. Ahí está, vigilando que nada, que él pueda evitar, ocurra.
"Desde chico, me contaba la mamá, que se preocupa de su apariencia. Siempre anda así como lo ves. Nunca lo verás desordenado, ni menos despeinado. Es un maniático de la higiene y la facha. Creo que además lo hace muy bien en su pega como guardia. Como que le viene", cuenta Daniela.
Su familia y el corazón
Leonardo, lleva pololeando seis meses con Daniela. A quien vio por primera vez en un almuerzo de trabajo.
Sus compa eros lo molestan por ser tan amoroso y tierno, y le dicen "macabeo", pero él no le toma mucha importancia. Cada vez que puede se escapa a visitar a su novia en su lugar de trabajo y le roba un "piquito". "Es el hombre que todas queremos", "como él, no quedan", comentan algunas de sus compa eras.
Cada tarde, rutinariamente, después del trabajo, se juntan. Y se sientan en una de las bancas que están cerca de la tienda. "Es muy romántico, y detallista no se le escapa un día en que no le regale algo. Siempre me abraza y me dice que me quiere", comenta Daniela
Su familia vivió toda su vida en Temuco, ciudad dónde nació y creció. Ahí es donde tiene sus amigos, pero que nunca ha dejado de visitar. Está constantemente viajando y no tiene mucho tiempo libre y compartir con su pareja. Sin embargo ella lo entiende. "Él no es una persona muy sociable, y los únicos amigos que tiene, son los del sur. Así que lo dejo no más poh", agrega su novia.
Todos los meses, ayuda a sus papás, siempre les pasa algo de lo que gana para pagar las cuentas. "Sus padres son como su razón de vivir. Siempre habla de ellos y está preocupado de que no les pase nada. Ellos, por su parte, también lo quieren mucho y lo apoyan en las decisiones
que toma . Él se siente muy orgulloso de la familia que tiene, siempre lo comenta.", afirma Patricia Rancusi, compa era de trabajo y amiga de Leonardo.
Es un hombre muy casero y tranquilo pero, no hay sábado en el mes que no juegue a su pasatiempo y deporte favorito, el fútbol. Sin embargo, para él tener tiempo para jugar, es algo irremplazable y que sólo logra cuando lo hace: quemar calorías, mantener su físico y botar el stress.
El trabajo y su futuro
Ser guardia de seguridad, no fue ni es el máximo anhelo de Leonardo. Sin embargo no es una función muy lejana a lo que planea ser de su vida, un carabinero. Su padre es un retirado, y siempre desde que era un ni o, so ó con ser igual a él. "Todo el mundo dice que ser carabinero es para él. Porque como te dije, es súper responsable, correcto, formal, las tiene todas. De hecho una vez cuando tenía como quince a os, viajaron desde Temuco pa’ acá, a ver la parada miliar. Y según lo que me han contado, estaba maravillado, le brillaban los ojitos y decía una y otra vez que él quería estar algún día ahí", recuerda su amiga.
Leonardo, ha pasado por muchas cosas en su vida para alcanzar lo que más quiere. Entre esas cosas fue hacer el Servicio Militar. Lo que según cuentan sus más cercanos, fue una experiencia que lo ayudó a crecer como persona, y a fortalecer sus deseos pertenecer a Carabineros de Chile.
Hoy, se acerca el momento de cumplir su sue o, y entrar a la Escuela de Carabineros.
"Estoy súper orgullosa y contenta por él. Pero igual tengo mucha pena, no lo veré todos los días como ahora. Él siempre me dice que no importa la distancia ni dónde estemos, pero que va a querer siempre", cuenta con pena, Daniela. Es un tema que lo tiene muy ansioso.
Se acerca y se da cuenta que hablamos de él. Uno de sus compa eros lo molesta, y él entre risas contesta "quiero servir a mi patria poh". El cinco de enero, Sáez, como le dicen algunos de sus compa eros, entra la Escuela de Formación de Carabineros Alguacil Mayor Juan Gómez de Almagro, en Cerrillos, para realizar uno de sus mayores sue os. Ser el mejor carabinero de Chile.